No sé cuando, ni por qué nos encontramos;
mi recuerdo siempre empieza en el momento,
en que unimos nuestras manos;
como en el final de un cuento.
A tu lado cada día es un regalo;
unas veces misterioso, otras tan bello.
Que olvido lo pasado,
pero no pienses por ello;
que mi amor es la tormenta del verano;
agua que es recuerdo de tu sed.
No es querer solo extender la mano,
y creerlo todo a tu merced...
Ref:
Dime, si harás de mi noche fría,
como el sol hace cuando amanece el día;
¡vida mía!
Dime, si serás tú como el río,
que me de siempre frescor y nunca frío;
¡amor mío!
No es prudente ocultar nuestros defectos,
ni esperar que te transformes con mis besos.
En un príncipe de cuento,
no, no espero alguien perfecto;
ni que el mundo se convierta en un desierto,
dónde sólo existamos los dos.
Yo preferiría con el tiempo,
ver crecer la flor de nuestro amor...
Ref;
Dime, si harás de mi noche fría,
como el sol hace cuando amanece el día;
¡vida mía!
Dime, si serás tú como el río,
que me de siempre frescor y nunca frío,
¡amor mío!
Ref:
Dime, si harás de mi noche fría,
como el sol hace cuando amanece el día;
¡vida mía!
Dime, si serás tú como el río,
que me de siempre frescor y nunca frío;
¡amor mío!